Una de las habilidades que sin duda nos hace más competitivos es la flexibilidad y capacidad de adaptación. Pero estar siempre dispuesto y disponible en ocasiones puede resultar complicado y puede ser una errónea aplicación de las mismas. Dar siempre respuesta a todas los peticiones, tareas y oportunidades que se nos presentan no es siempre la mejor forma de ayudar y menos de ayudarnos. Las personas que suelen ser más efectivas saben tanto decir que “no” como que “sí”. Fijan prioridades. Cómo hacerlo? ✅Al declinar un pedido dar los motivos correctos, de este modo al decir "sí” realmente marcamos la diferencia. ✅Es importante evaluar la petición o propuesta, pedir toda la información crítica y hacer preguntas. Esto muestra nuestro interés y consideración. ✅Si la respuesta va a ser “no”, no posponerla y ofrecer motivos razonables, no basados en prejuicios o cuestiones personales.
Un buen “no” deja la puerta abierta a un mejor “sí”, aquel que se da alineado a valores, prioridades y confianza. Muestra también respeto y consideración por nuestra tarea y la del otro.
