Mejorar la comunicación y reconocer nuestras limitaciones como líderes hace que se puedan evitar conflictos, que se cumplan los deadlines y no haya confusiones en el equipo. De esta manera podremos generar un círculo virtuoso y enfocar los errores para corregirlos y no desviar nuestro foco y atención sobre echar “culpas y reproches” sin sentido.
La autoconciencia es la capacidad de percibir, conocerse y tomar conciencia de cómo nos pueden estar viendo los demás. Para lograrlo, debemos tener AUTORREFLEXIÓN que es la habilidad clave para ejercer un liderazgo positivo, que retroalimente al equipo y fomente el desarrollo.
La misma puede ejercitarse mediante algunos hábitos:
- Dar y solicitar feedbacks oportunamente y en tiempo y forma.
- Revisar nuestros aciertos y desaciertos para entender qué patrones emergen regularmente y entender cuáles son nuestros aspectos de mejora como líderes. (Indepdendientemente de quién haya realizado la tarea).
- Mantener una actitud de aprendizaje constante, con el foco en la mejora continua. (No sólo enfocar el aprendizaje en conocimientos y metodologías nuevas, sino en mejorar lo ya instaurado que por lo general son las piedras de nuestros propios zapatos que sostenemos a lo largo de los años).
- Estar abiertos al aporte tanto del equipo que lideramos como de colegas y sin duda tomar un seguimiento profesional para descubrir los puntos que a veces no podemos ver por nosotros mismos.
